lunes, 24 de diciembre de 2007

FICHA TECNICA DEL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS





Director : Peter Weir


Guión : Tom Schulman


Fotografía : John Seale


Música : Maurice Jarre


Montaje : William Anderson con Lee Smith y Priscilla Nedd


Diseño de Producción : Wendy Stites


Dirección artística : Sandy Veneziano


Producción : Steven Haft, Paul Junger Witt, Tony Tomas


Productoras : Seven Haft Production, Witt-Thomas Productions, Silver Screen Partners IV, Touchstone Pictures

Resumen:


En 1959 da comienzo un nuevo curso en la prestigiosa Academia Welton, conservadora del estilo de educación victoriana, y cuyos estudiantes son miembros de familias poderosas. Siete de esos chicos vivirán una experiencia sin igual al conocer al nuevo profesor de literatura inglesa, John Keating, antiguo alumno del centro. Desafiando a las conservadoras autoridades escolares y a los severos e hipócritas padres, Keating transmitirá con sus enseñanzas la inspiración necesaria para convertir sus vidas en algo extraordinario, buscar nuevos horizontes y realizar sus sueños y pasiones más allá de los estrictos planes de estudio de Welton. Para ello, rescatan del olvido una vieja tradición escolar, ’El club de los poetas muertos’, con el que darán rienda suelta a sus sueños."El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante, lo que no significa alocadamente, sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro, examinándote de la asignatura fundamental: el Amor. Para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida".Magnífica obra del director australiano Peter Weir, conocido por películas como Gallipoli, Unico testigo y Matrimonio de conveniencia, que fue nominada a 4 Oscars: mejor película, director, actor principal y guión original, consiguiendo este último. El filme contó en su estreno con el favor de crítica y público, especialmente estudiantes y profesores, que acudieron a verla masivamente a los cines, a fin de utilizarla desde un punto de vista pedagógico.La magnífica fotografía corresponde a John Seale, australiano colaborador habitual de Peter Weir. Maurice Jarre compone la muy sugerente y cálida banda sonora, en la línea de sus escarizadas Lawrence de Arabia, Doctor Zhivago y Pasaje a la India.Robin Williams interpreta a uno de sus personajes más aclamados, pese a lo cual se quedó a las puertas del deseado Oscar. La réplica se la dan un estupendo grupo de jóvenes actores, entre los que destaca Robert Sean Leonard por la intensidad dramática que transmite al desarrollo del guión.El filme se basa en un estilo profundo y preciosista de hacer cine, que ya parecía definitivamente enterrado. El guión, obra de Tom Schulman, se aleja de la comercialidad imperante y forja una narración bellísima y plagada de guiños literarios y poéticos, en una clara vuelta al cine con mayúsculas. Baste como ejemplo del mensaje de la cinta los siguientes versos de Walt Whitman, convertidos por el guionista en la piedra angular de su historia. Coged las rosas mientras podáis / veloz el tiempo vuela. / La misma flor que hoy admiráis, / mañana estará muerta...... / Que tú estás aquí, / que existe la vida y la identidad, / que prosigue el poderoso drama / y que tú puedes contribuir con un verso. El cambio en las aulas
En El club de los poetas muertos, se ponen en cuestión todos los rituales tradicionales de las aulas. Bandas, ritos, campos deportivos, sombreros al aire, becas de fin de curso, orlas, actos académicos formales estilo norteamericano, van entrado en una sociedad escolar o universitaria como la nuestra, en la que habíamos eliminado los ritos de la escuela franquista. La ritualización en que se mueve el mundo de la educación reproduce una continuidad entre una generación y otra. Constituye uno de los canales mediante el cual se realiza la transmisión cultural; puede ser enriquecedor en la medida en que cada acto ritual introduzca características novedosas, de lo contrario los rituales son formas estereotipadas, mecánicas, desvitalizadas y empobrecedoras con relación a los miembros que participan de dicho ritual. Nuestra sociedad está plagada igualmente de conductas cliché.
Estamos plagados de estereotipos rituales. El ritual de la primera clase, el ritual de la clase magistral, el ritual del trabajo práctico, el viaje de estudios, el programa en cuanto a qué debe aprenderse primero y qué debe aprenderse después, los exámenes, el ritual de los trabajos monográficos, las tesis de doctorado, son algunos ejemplos de las múltiples formas que asume la enseñanza ritual. Podríamos hacer la crítica responsable en sus dos fases: socialización humanizante y socialización alienante. Lamentablemente, por lo general se instituyen como formas vacías de relación entre profesores y alumnos, de allí el carácter estereotipado que tiene la enseñanza.
En El club de los poetas muertos el profesor ayuda a los alumnos a descubrir sus propios caminos, rompiendo con algunas pautas de la escuela tradicional. Es una de las pocas películas en las que la relación entre profesores y alumnos se convierte en una búsqueda común.
Enseñar a los alumnos a pensar y a ejercer la reflexión crítica es una meta que frecuentemente mencionamos como inherente a la función docente. Sin embargo muchas veces esto no pasa de ser una enunciación de buenos propósitos.
Repetidores en lugar de seres pensantes, receptores en lugar de evaluadores es el producto lógico de las formas en las que enseñamos, que reflejan aquellas según las cuales hemos aprendido. Por lo tanto cuando se habla de la necesidad de esclarecer y tomar conciencia del modo en que nos insertamos en ese trama represiva de relaciones se debe pensar en la posibilidad de ejercer la creatividad como único antídoto contra la repetición.

No hay comentarios: